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David Gallagher: "Me interpreta una centroderecha un poquito más chascona”

El flamante embajador en Gran Bretaña, economista, liberal y experto en literatura, analiza el país que deja y el que espera encontrar. “Se ha creado un país de clase media, pero que todavía es precaria”.

Por: Rocio Montes | Publicado: Viernes 27 de julio de 2018 a las 04:00 hrs.
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Viaja a Londres el próximo miércoles. David Gallagher, nuevo embajador de Chile en Gran Bretaña, se lleva algunos muebles y pinturas de Roberto Matta, Francisca Sutil, Arturo Duclos, Gonzalo Cienfuegos y Benjamín Lira, porque a su gusto “la residencia es un poquito parca”. No deja instituciones como el CEP o el Teatro del Lago, donde es consejero, pero abandona todas sus actividades remuneradas, como las columnas en El Mercurio y el directorio de Cencosud. De las acciones de Asset se había deshecho a fines de diciembre, sin prever su nueva misión en Inglaterra, donde vivó 20 años, entre los 13 y los 33.

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Académico y experto en literatura, economista y emblema de los liberales, no se considera un derechista clásico, sino que un hombre de centro. Pero, ¿qué hace un hombre de centro como embajador de un gobierno de derecha? “Es que el gobierno es de centro”, responde riendo.

“Técnicamente es de centroderecha, pero el gobierno de Sebastián Piñera ha logrado ocupar el centro que la Nueva Mayoría dejó vacío al izquierdizarse”, se explaya.

–Tiene gente encendida dentro de la coalición, como el diputado UDI Ignacio Urrutia.

–En todas las coaliciones hay gente encendida. Lo importante es lo que está haciendo el gobierno central y el Presidente, que es innatamente una persona de centro. Por eso ganó la segunda vuelta con margen amplio.

–¿No considera oportunista el acercamiento de Piñera al centro, a la DC y a la transición?

–Es tremendamente genuino. El Presidente viene de una familia DC, su formación es de hombre de centro y su admiración por grandes figuras de la DC es profunda. Sea Aylwin o Gabriel Valdés. De oportunismo, nada.

–¿Cómo es el Chile que dejará?

–Es un Chile al que le va bien, pero que tiene muchos problemas que solucionar. Es impactante que todavía la mitad de los chilenos esté recibiendo sueldos de menos de $ 380 mil. Se ha avanzado muchísimo en el combate a la pobreza, se ha creado un país de clase media, pero que con esos sueldos, obviamente, todavía es precaria. Es importante el crecimiento y tener un gobierno, como el actual, que se preocupa de problemas sociales con racionalidad, eficiencia, creatividad.

–¿Qué país le gustaría encontrar?

–Chile se ha vuelto un país muy creativo. Han aflorado muchos talentos, en las artes, el cine, la música, la empresa emergente. Han explotado fenómenos como el feminismo que, aunque exagerado, muestra que Chile es capaz de estar en la vanguardia.

–¿Considera exagerada la ola feminista?

–Las cosas exageradas tienen el valor de despertar, de concientizar, no lo digo en sentido negativo. Aunque me parece que el lenguaje inclusivo es absurdo.

–A usted, como académico de literatura, ¿qué le parece que la expresidenta Bachelet hable de “chiquilles” y de “todes”?

–Es patético que Bachelet hable de “chiquilles” y de “todes”. Es lamentable que una exPresidenta de un país utilice estas palabras. Es una confusión total entre género gramatical y género sexual. Vamos a terminar ofendiéndonos porque la luna es femenina y el sol es masculino. Simpatizo mucho con el mundo transgénero, por ejemplo. Son realidades. Pero si no puedes partir por algún binomio que sirva de referencia estás negando la función misma del lenguaje.

–¿No puede haber cambios lingüísticos en función de los cambios sociales?

–Hay cosas que se tienen que superar lingüísticamente. En los años sesenta, por ejemplo, en Estados Unidos se hablaba de “nigger”, pero me produce rebeldía el “todes” y expresiones de ese estilo. Cada idioma tiene su particularidad y el español tiene la manía –como todos los idiomas latinos– de cambiar las terminaciones en función de lo masculino o femenino. Pero es la esencia de los idiomas latinos. Con el inglés eso no ocurre: “everyone” es totalmente neutro, por ejemplo. Pero eso no significa que el inglés haya sido inventado por hablantes menos machistas.

–Usted votó por Lagos en 1999-2000. ¿Se está “socialdemocratizando” la derecha?

–En cierto sentido, sí, probablemente. La izquierda abandonó la socialdemocracia como abandonó el centro. Tengo amigos socialdemócratas a los que les cuesta ir a la derecha, porque hay divisiones de tribu en Chile que son muy poderosas, pero que piensan que el gobierno lo está haciendo bastante bien, aunque les cueste decirlo. En cualquier caso, muchos de estos nombres son inventados. ¿Socialdemocracia o derecha social? ¡La misma cosa!

–¿Qué le parecen las nuevas fuerzas de Chile Vamos?

–Evopoli me gusta bastante. Nunca he militado ni lo haré, pero Evopoli ha sido capaz de entusiasmar a los jóvenes y eso es muy positivo. Me interpreta una centroderecha un poquito más chascona.

–¿Debe abrirse el gobierno a demandas por libertades individuales que no estaban en el programa y que se empujan desde el oficialismo?

–El gobierno tiene que estar tranquilo. Como hay gente encendida en la extrema derecha de Chile Vamos, también la hay al otro lado de la coalición, con exceso de liberalismo para el Chile de hoy. El gobierno debe sentirse tranquilo y no empujado por asuntos pasajeramente populares.

–¿Qué es un exceso de liberalismo para usted, referente de los liberales?

–Con el aborto libre tenemos que ir con cautela, no se puede imponer de un día para otro. Eutanasia, un tema muy complejo. Tenemos que hablar de eutanasia, discutirlo, pero no desbocarnos. En cambio, el matrimonio igualitario es abordable.

–¿Cómo ve al Presidente Piñera respecto de su primer mandato?

–Lo veo delegando, confiando en sus ministros, muy sereno.

–¿Se logra explicar desaciertos como los de los ministros de Educación y Salud?

–No son mega temas. Son palabras desafortunadas aquí y allá. Estamos en una sociedad en que, para bien, el ciudadano y los periodistas están tremendamente alertas. Pero tampoco el gobierno y el Presidente tienen que sobre reaccionar cada vez que un ministro se tropieza un poco. Y no creo que haya habido hechos imperdonables en el actuar de los secretarios de Estado.

–¿No le afectan a Piñera estos tropiezos de sus ministros?

–Tampoco han sido tantos errores. Además, la gente del gobierno no está en una jaula. Son seres humanos que tienen opiniones y emociones, y deben sentirse libres para hacer bien su trabajo. Sería desafortunado que anden pisando huevos.

–¿Cómo observa a la oposición?

–Están en un juego al que le falta generosidad y eso no les rendirá.

–¿Y la carrera desatada en la derecha por 2022?

–Mientras más competencia haya para la sucesión de Piñera, más probabilidad hay de que surja un buen candidato. En el gobierno anterior del Presidente probablemente el tema se postergó demasiado y quedó la crema.

"Los efectos del Brexit no pueden ser negativos para Chile"

–¿Con qué misión llegará a Londres?
–Una tarea que me entusiasma muchísimo es Chile Day, que este año se realizará entre el 5 y 7 de septiembre. Es un evento muy importante. La envidia de muchos países. En Londres esperan Chile Day. Este año van empresarios chilenos de peso y del lado británico le darán mucho énfasis a temas como tecnología financiera, financiamiento verde e inversiones de impacto social. Será una oportunidad para hacer contactos: con fondos de inversión, con empresas, y con fondos de capital privado que están interesados en invertir en Chile o en las acciones chilenas. Para las autoridades, además, es una oportunidad para trasmitir lo que está pasando en Chile.
–¿Cuáles serán los efectos del Brexit para Chile? Cerca de un 90% de los productos chilenos entran a ese mercado libres de aranceles.
–Los efectos del Brexit no pueden ser negativos para Chile y pueden ser incluso favorables. Una alternativa es que el Reino Unido se quede en la unión aduanera o en el mercado común y eso, así, no cambia nada. Pero si hay un Brexit duro y Gran Bretaña sale de la unión aduanera y a lo mucho termina con un tratado de libre comercio con la UE, en ese caso habría un tratado bilateral Gran Bretaña- Chile. La intención del Reino Unido es liberalizar el comercio mucho más. Para los productos chilenos deberían ser buenas noticias.

"No es mala idea que el gobierno siga moderando expectativas"

–La frustración inicial del primer gobierno de Piñera estuvo en la delincuencia, donde hubo altas expectativas y luego las promesas no se pudieron concretar del todo. ¿Está ocurriendo algo similar ahora en materia de desempleo?
–El gobierno lleva menos de cinco meses. Y ya la tasa de crecimiento ha subido. El Ejecutivo tiene como prioridad grande el empleo y yo creo que se van a ver buenas cifras, aunque tenemos el lastre de una reforma laboral a la antigua. Los grandes temas: lo laboral, lo tributario, el medio ambiente y una reforma del Estado, porque nuestro Estado antiguo les pone demasiadas trabas a la inversión, a la producción y a la vida de los ciudadanos.
–¿No aguará los planes del gobierno la disminución del precio del cobre en el contexto de una eventual guerra comercial?
–No sabemos todavía si habrá guerra comercial o si Trump está jugando un juego de póker con los chinos y lo que va a haber más bien es un reseteo del comercio internacional. Creo que el tema del precio del cobre es pasajero. Si estoy equivocado, y estamos hablando de un precio a largo plazo bajo –o más bajo, de tipo 2,70–, eso nos traerá problemas como país, pero también algunos beneficios. La minería se volvería más eficiente, por ejemplo, y un dólar alto beneficia a otros sectores. En cualquier caso, no es mala idea que el gobierno siga moderando expectativas, porque podríamos pasar por unos meses complicados.

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